Vino de pitarra


El vino de pitarra es uno de los vinos clásicos de España. Poco conocido por el gran público, pues su elaboración suele realizarse por pequeñas bodegas familiares. Muchas de las cuales, cuentan con una dilatada trayectoria vinícola, pues este vino, se remonta a la época pre-romana.

El origen de este caldo, se localiza en las regiones del centro de la península ibérica. En concreto, se tienen fuertes evidencias que los primeros vinos se hicieron en la zona de Extremadura. Aunque también hay evidencias de su producción en algunas regiones colindantes como Castilla – La mancha, Castilla León y en algunas regiones de Andalucía.

Cabe recordad que en la época pre-romana, esas regiones estaban ocupadas principalmente por pueblos Celtas y Turdetanos.

Es tal la relevancia histórica de estos caldos, que a día de hoy cuentan con una protección especial, mediante la aplicación de la Indicación Geográfica Protegida (IG).

Características del vino de Pitarra

Al ser un vino de tal extensa historia, cabe esperar que su sabor y aroma difieran bastante de los vinos actuales. No obstante, lo que más le diferencia de sus iguales modernos, es una graduación alcóholica superior a la media.

Es un vino con un sabor fuerte, e intenso, sin llegar a ser rudo, pues es bastante suave al paladar. Por lo general, en estos caldos, se suelen encontrar aromas afrutados.

No obstante, debido a que su elaboración sigue siendo bastante manual. Fiel a la tradición, hace que su sabor y aroma, varíen mucho de cosecha en cosecha.

Variedades

El término vino de Pitarra puede ser un tanto genérico. Por ello, para evitarte confusiones, es importante que sepas que existen dos tipos de vino de pitarra, hablamos de un caldo blanco y otro tinto.

Pitarra Tinto

Tradicionalmente, los vinos tinto de Pitarra se ha realizado con tres tipos de uvas nacionales. Por lo general, se han usado el bobal, la Garnacha, y el Tempranillo.

Sin embargo, en los cultivos más recientes, se ha comenzado a usar ocasionalmente otras variedades de uvas. Es muy común, para los tintos, usar el Cabernet Sauvignon.

Aquí puedes adquirir algunos tintos:

Grano vino pitarra tinto 5L por Deliex – 14 euros

Vino tinto de Pitarra 5L por Bodegas Pinto Caballero – 12 euros

Vino de Pitarra blanco

La variedad blanca, es probablemente la que se relaciona con más frecuencia con el vino de Pitarra. Las uvas que se han usado tradicionalmente para un caldo blanco de pitarra son la alarije, pardina, cayetana,  macabeo, borba, y pedro ximénez.

Al igual que con los caldos tintos, en los tiempos actuales se ha comenzado a usar otro tipo de uvas. Las razones son varias. Desde un mayor rendimiento agrícola, pasando por una mayor resistencia al clima y plagas, terminando por la intención de usar su sabor y aromas.

En el caso de los vinos de pitarra blancos, la uva moderna más utilizada es el chardonnay. Un tipo de uva muy utilizada a nivel mundial, que presenta una gran versatilidad, y un gran rendimiento en las plantaciones.

Caldo de pitarra rosado

Aunque no es muy común, en vino de pitarra también puede encontrarse como rosado. No obstante, no es la forma más común.

Por lo general, el rosado se realiza usando mezcla de tintos y blancos. O bien, mediante el retirado de las pieles durante el proceso de fermentación, evitando el tintado completo del caldo, dejando un tono rosado. Aquí puedes encontrar alguno de ellos:

Gran Pitarra rosado dulce por Bodegas Pinto Caballero 5L – 13 euros

Detalles sobre su elaboración

Tinajas reposando vino de pitarra

Como todo buen caldo, la elaboración del vino de pitarra es un proceso fundamental para la obtención de un caldo de calidad.

A pesar de la introducción de técnicas y tecnologías que aceleran y mejoran la elaboración de este caldo, en su conjunto  se sigue utilizando métodos tradicionales. Es decir, se sigue considerando un vino de elaboración artesanal.

Probablemente la principal diferencia con la elaboración de los vinos modernos, es que estos caldos se dejan madurar en tinajas de barro. Sin embargo, cada vez más bodegas, optan por utilizar barricas de roble.

Dejando esa diferencia a parte, el proceso artesano consta de tres partes:

Preparación de la uva

Para comenzar a realizar el vino, las uvas deben ser estrujadas, para separarla de su piel.

Generalmente, este proceso se hace de forma manual, de modo que se requiere la fuerza bruta para prensar las uvas y realizar esa separación.

Fermentación y maceración del vino de pitarra

Una vez realizada la prensa, el mosto resultando se deja a fermentar. En ese mosto se deja el hollejo, o piel de la uva.

Fermentación

Por lo general, el vino de pitarra suele tener un tiempo de fermentación de quince a veinte días. La cantidad de días, dependerá de la graduación alcohólica que se le quiera dar.

Maceración

La maceración se suele hacer en envases abiertos y pequeños. Para optimizar este proceso, por lo general hay que empujar las uvas estrujadas al fondo del envase con un mecedor o bazuqueador. Éstas, son unos palos de madera de distintas formas.

Este proceso se repite varias veces al día, hasta que la madre o casca. Y se finaliza cuando quedan varadas al fondo del envase. La madre o casaca, es fundamentalmente los residuos sólidos de la uva compuestos por hollejos, pepitas y la carne de la uva.

Refinando y limpiando el caldo para su reposo

El refinado y limpiado es el último paso de su preparación. Consiste en preparar el caldo para su reposo final. Para ello, una vez terminado el proceso de maceración, se debe realizar el último trasiego coincidiendo con los días más fríos de Diciembre y Enero.

En él, se elimina de forma definitiva todo rastro de madre o casca. Tradicionalmente, el vino de pitarra se solía dejar reposar en tinajas de barro, sin embargo, en muchas bodegas se están reemplazando por barricas de roble.

Comercialización peculiar

La comercialización del vino de pitarra es un tanto peculiar. Debido a su carácter artesanal, su consumo suele estar reducido a un público bastante reducido. Hay que tener en cuenta, que es producido mayormente por bodegas familiares,

Para que tengas una idea, una bodega de este tipo, suele producir unos 1.000 litros de vino anualmente. Para que te hagas una idea, eso son unas 700 botellas. Parecerán mucha, pero si cada una suele costar unos 5 euros, te sale a poco más de 4.000 euros anuales… es decir, insuficiente como para vivir de ello.

Es por eso que cuesta tanto encontrar vendedores online. Pues existen muy pocas bodegas, que tengan una mayor producción que la mencionada.

Otra de las peculiaridades de este vino, es que por lo general se venden en garrafas de plástico de más de 5 litros. Al ser un caldo tan poco comercial, y de consumo familiar o de círculos cercanos, no es necesario mostrar una estética cuidada, y por ello se suele vender en este formato.


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