Un vino blanco se cataloga como afrutado cuando cuenta con estos aromas en abundancia. Sin embargo, también se le llama vino blanco afrutado a aquel vino que en su proceso de elaboración ha conservado un pronunciado sabor a uva.
Sus aromas a frutas dan una gran sensación de frescura y libertad que gusta mucho. sss
Su agradable y refrescante sabor lo hace perfecto tanto para un rato de picoteo como para comidas.
Una de sus grandes cualidades es que maridan a la perfección con mariscos, pescados, arroces, ensaladas y verduras, así como con postres.
Variedades de vino blanco afrutado
Existen varias uvas óptimas para la elaboración de vinos blancos afrutados. Lo que las hace ideales para este tipo de vino es que son más afrutadas en sus aromas primarios, que son los propios de la uva.
Moscatel
Esta uva, también utilizada para vinos dulces, es ideal para los vinos blancos afrutados porque tiene toques de albaricoque, así como un marcado aroma cítrico.
El cultivo de esta variedad está generalizado en toda España, aunque predomina en las zonas costeras de Alicante, Valencia y Málaga, así como en Jerez, Cádiz y en las islas Canarias.
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Albariño
Es una variedad propia de la costa atlántica de Galicia. Se utiliza para producir vinos de gran calidad, dulces, con buena acidez y de sabor afrutado. También tienen un gran potencial aromático afrutado con matices florales.
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Verdejo
Esta es una de las uvas más importantes de España. Se obtiene un vino joven de color amarillo verdoso que destaca por tener un sabor afrutado, aromas con matices frutales como de pera y manzana, acompañados por aromas herbáceos.
Malvasía
Los vinos blancos elaborados con malvasía son dulces y con aromas frutales, específicamente de melocotón, manzana y melón. Junto con el vino moscatel, el malvasía es uno de los más famosos de España.
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Riesling
Esta es una uva con elevado dulzor y acidez que aunque se cultiva al norte de España, es una variedad extranjera. Destaca porque tras un paso por barrica, mantiene los aromas afrutados, entre los que destacan el pomelo, limón, melocotón y pera.
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Tempranillo Blanco
Esta variedad de uva también permite la elaboración de vinos blancos afrutados que sorprende por sus aromas a melocotón, pera, manzana, piña y plátano. Además tiene aromas florales intensos.
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¿Qué es el vino blanco afrutado?
Los vinos afrutados son los que exhalan aromas que recuerdan a frutas, especialmente maduras y frescas.
Tiene olor y sabor a frutas como melocotón, fresa, ciruela, cereza, mora, frambuesa, grosella o plátano entre otras.
En cuanto a sus características, el vino blanco afrutado suele ser ligero, muy fragante y de acidez equilibrada.
Este tipo de vino seduce por su aroma, pero también por la sensación de sedosidad que produce en boca.
Es importante no confundirlo con los vinos que resultan dulces en boca porque los afrutados no lo son.
¿Cómo se elabora el vino blanco afrutado?
El vino blanco afrutado implica el uso de técnicas específicas de elaboración para remarcar su perfil afrutado.
Una de ellas es la maceración pre-fermentativa en frío. Un procedimiento que permite conservar los aromas de la variedad de uva seleccionada.
La fermentación de este vino también debe hacerse a baja temperatura, ya que esto permite mantener los aromas primarios, que son los aromas propios de la fruta.
Por otro lado, también es importante hacer una buena elección de las levaduras, ya que algunas favorecen los aromas secundarios afrutados.
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